Desde este bonito y único rincón se quiere divulgar al mundo entero que Jerez además del patrimonio multi-cultural , turístico ó festivo conocido por casi todos, tiene un patrimonio arbóreo por desgracia desconocido para la mayoría de los ciudadanos de nuestra ciudad.
¿Quiere ayudarnos a descubrirlo.......?

miércoles, 30 de noviembre de 2016

229ª- LA "DIGNIDAD" DE LOS ARBOLES (II)

“La dignidad de los árboles” (II)
Texto de la conferencia de D. José Elías Bonells
Fotos de Jerez de los Árboles y algunas "prestadas" de Internet.
José Elías Bonells, conferencia sobre la dignidad de los árboles.
D.José Elías Bonells, conferencia sobre la dignidad de los árboles.
  
Continuamos con tan interesante conferencia.

CAPITULO II.
EN EL QUE SE HABLA DE LOS BENEFICIOS QUE NOS REPORTAN LOS ÁRBOLES DIRECTA O INDIRECTAMENTE



Los árboles combaten el cambio climático.
El exceso de dióxido de carbono (CO2) causado por muchos factores se está acumulando en nuestra atmósfera y está contribuyendo al cambio climático.














Los árboles absorben el CO2, removiendo y almacenando el carbono al tiempo que liberan oxígeno al aire.


En un año, una superficie de 5.000 m2 de árboles adultos absorbe la cantidad producida cuando usted conduce su automóvil a 50 km/h.

Los bosques regulan el clima.
A nivel global los bosques reducen el calentamiento de la atmósfera y regulan el clima de la tierra. En las ciudades, la pérdida de árboles eleva las temperaturas y la evaporación del suelo y de los estratos inferiores de la vegetación herbácea. La falta de árboles suficientes en la ciudad permite que las islas de calor sean más severas. Las temperaturas en las calles del centro de la ciudad en primavera y verano pueden ser hasta de 3ºC a 5º C más en promedio que en los parques y alamedas de la ciudad.



















Los efectos del árbol urbano en la calidad del aire.

Los árboles absorben los olores y gases contaminantes (óxidos de nitrógeno, amoníaco, dióxido de azufre y ozono) y filtran las partículas contaminantes del aire, atrapándolas en sus hojas y corteza.


















































Los árboles proporcionan oxígeno.
En un año, una superficie de 5.000 m2 de árboles adultos puede proporcionar oxígeno para 18 personas.




















La vegetación urbana puede directa o indirectamente afectar a la calidad del aire a nivel local o regional.

Las cuatro principales formas en las que el arbolado urbano afecta a la calidad de aire son las siguientes:
  • Reducción de la temperatura y efectos microclimáticos.
  • Disminución de los contaminantes atmosféricos.
  • Emisión de compuestos orgánicos volátiles.
  • Efectos energéticos en las construcciones.





















El árbol reduce la velocidad del viento. 
Su copa está diseñada para que el aire pase a través de las hojas, filtrando los polvos, cenizas, humos, esporas, polen y demás impurezas que arrastra el viento. Las hojas pubescentes y la corteza rugosa en el tallo atrapan tales impurezas.























Es cierto que no detienen un huracán, pero su presencia resta velocidad a las tormentas, disipando su fuerza y mejorando el ambiente. Los árboles enfrentan los remolinos y tornados y protegen las cosechas. Así pues, el árbol siempre da más al hombre de lo que recibe de él. El árbol es rústico, poco exigente, tolerante y se aferra a la vida; solo demanda espacio para alcanzar su máximo desarrollo.
Como ocurre con todos los seres vivos, debemos cuidarlo más en su etapa juvenil.


































Los árboles refrescan las calles y la ciudad.
Las temperaturas promedio en Sevilla han aumentado 3ºC en los últimos 50 años a medida que ha disminuido la cobertura de árboles y aumentado la cantidad de  edificios que absorben el calor. Los árboles refrescan la ciudad hasta 5ºC dándoles sombra a nuestros hogares y calles, interrumpiendo las “islas de calor” y liberando vapor de agua al aire a través de sus hojas.

 






















La copa de un árbol está diseñada para captar la luz solar y al extenderse sombrea el suelo, causando bienestar en un día soleado y protegiendo la fauna, la flora inferior y también al hombre y sus bienes, del efecto dañino del impacto directo de los rayos solares.

Factor importante en un clima como el nuestro: la sombra.




Los árboles bien dispuestos ahorran energía.
Tres árboles colocados estratégicamente alrededor del hogar de una familia pueden recortar hasta en un 50 por ciento la necesidad de usar el aire acondicionado en el verano.
Al reducir la demanda de energía para refrescar nuestros hogares, reducimos el dióxido de carbono y otros gases contaminantes producidos por las plantas de electricidad.
Los árboles bien ubicados alrededor de la casa filtran el aire cálido y lo refrescan al cruzar su copa, sombrean paredes, patios, techos y ventanas, bajando los costos del aire acondicionado.





















Los árboles ahorran agua.
La sombra de los árboles disminuye la evaporación del agua de los céspedes sedientos.
A medida que los árboles transpiran, aumenta la humedad atmosférica.
Los árboles reducen el escurrimiento del agua, atrapando el agua de lluvia y permitiendo así que fluya por el tronco y a la tierra que está debajo del árbol.
Esto evita que las aguas de lluvia se lleven los contaminantes al océano. Cuando se les coloca materia orgánica (mulch), los árboles actúan como una especie de esponja que filtra naturalmente el agua y la utiliza para alimentar el suministro de agua subterránea.

Los arboles conservan el agua y reducen la erosión del suelo.
En las laderas de las montañas y las pendientes de los ríos y arroyos, los árboles ayudan a detener la escorrentía y mantener el terreno en su lugar. El simple hecho de estar plantados también es una ventaja a la hora de drenar las aguas cuando hay lluvias o para minimizar la misma erosión del suelo, pues previenen la escorrentía. De este modo, ahorramos en sistemas de drenaje y hacen más eficiente el alcantarillado de las ciudades.















Las superficies impermeables tales como el asfalto afectan a la hidrología natural de las áreas (Peck y Callaghan, 1999).
Las superficies porosas, como las zonas con vegetación, absorben la mayoría del agua de lluvia, donde parte de ella es devuelta de nuevo al sistema por medio de la evapotranspiración o es filtrada para la recarga de los acuíferos, dejando tan solo el 15% que escurre hasta alcanzar los ríos.
La copa de un árbol es flexible y está diseñada para atrapar la lluvia, causando que ésta se deslice a través de las hojas, ramas y el tronco hasta llegar al suelo. 
Al amortiguarse el impacto de la lluvia en el árbol se evita la erosión y se protege al suelo superficial.




El bosque produce agua.
Siempre se ha creído que el bosque atrae la lluvia. Esto es prácticamente cierto, porque el árbol transpira y genera vapor de agua que se convierte en niebla y nubes con la ayuda de la temperatura y los vientos.
Pero lo más valioso es que el bosque atrapa el agua de lluvia y la suelta lentamente, haciendo que escurra hacia los arroyos y ríos que la devuelven al río o al  mar.
La captación de agua en las microcuencas arboladas asegura que los escurrimientos duren más tiempo o lleguen a ser permanentes, dando un beneficio invaluable a la vida silvestre animal y vegetal, así como al hombre mismo. Luego entonces, los mejores productos del bosque son el oxígeno y el agua, ambos estratégicos para la vida del planeta.





















































Los árboles nos protegen de los rayos ultravioletas.
El cáncer de piel es el tipo de cáncer más común. Los árboles reducen la exposición a los rayos UV-B en aproximadamente un 50 por ciento, proporcionando de ese modo protección a los niños en las escuelas y parques de juego, donde pasan mucho tiempo al aire libre.



















































 Los árboles proporcionan alimento.
Una serie de  árboles frutales puede dar fruta todo año como alimento de la humanidad.
Además de la fruta para los humanos, los árboles proporcionan alimento para los pájaros y la vida silvestre que también debe ser considerada.


 




 










Además de los árboles frutales específicos que ayudan a la alimentación mundial, hay miles de especies arbóreas que producen frutos comestibles no comerciales, además de hojas y retoños que ramonean el ganado, la fauna silvestre y hasta el hombre mismo.
























































































Los árboles nos  ofrecen salud.
Los estudios han demostrado que los pacientes que pueden ver árboles desde sus ventanas, se sanan más rápido y con menos complicaciones.
Los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad muestran menos síntomas cuando tienen acceso a la naturaleza.

























Estar entre los árboles y la naturaleza mejora la concentración reduciendo la fatiga mental.
Cuidar de nuestra salud es uno de los principales beneficios que nos reportan los árboles en la ciudad. Por un lado, producen oxígeno y reducen la contaminación al absorber el CO2, con lo que también nos ayudan a combatir el cambio climático.

Además de ser sumideros de carbono, sus hojas atrapan partículas tóxicas suspendidas en el aire. Para que hacernos una idea de su capacidad limpiadora, un sólo árbol puede absorber en un día los contaminantes emitidos por un centenar de coches.

Sus efectos positivos en nuestra salud también incluyen su potencial para reducir la polución acústica, así como el efecto atemperador de la temperatura gracias a la emisión de vapor de agua y, en el estío, al efecto refrescante que obtenemos bajo su fresco follaje.
A su vez, regulan el clima a su alrededor, con lo que nos ayudan a soportar el frío y el calor tanto dentro como fuera de casa.

Los árboles reducen la violencia.
Se ha demostrado que las comunidades y hogares que no tienen plantas o árboles tienen una mayor incidencia de violencia dentro y fuera del hogar que los vecindarios más verdes. Los árboles y plantas ayudan a reducir el nivel de temor.

Los árboles generan oportunidades económicas.
La fruta que se cosecha del huerto comunitario puede venderse, proporcionando ingresos. Se generan oportunidades de negocios en las especialidades de administración de desechos verdes y paisajismo cuando las ciudades valoran el uso de la materia orgánica (mulch) y su capacidad de ahorrar agua. La capacitación vocacional para los jóvenes interesados en empleos verdes también es una manera excelente de desarrollar oportunidades económicas gracias a los árboles.
Un bosque bien manejado rinde beneficios económicos a su propietario y genera empleos través de la industrialización de su madera, resinas, gomas, fibras, hojas y raíces.

Los árboles nos ocultan las cosas.
Los árboles pueden ocultar las paredes de concreto o los lotes de estacionamiento y las vistas desagradables. Tapan el sonido de las calles y autopistas cercanas y crean una agradable cubierta de verde. Los árboles absorben el polvo y el viento y reducen el resplandor.






















Los árboles aumentan el valor de la propiedad.
La belleza que dan los árboles bien plantados a una propiedad, su calle y vecindario circundantes puede aumentar su valor en hasta un 15 %. Los árboles aumentan el movimiento comercial. Los estudios demuestran que los distritos con más árboles y paisajismo gozan de una mayor cantidad de movimiento comercial.

Los árboles son maestros y compañeros de juego.
Ya sea que se construyan en ellos casas para los niños o se usen como inspiración espiritual para los adultos, los árboles han proporcionado un espacio para el refugio de los humanos desde siempre.

Los árboles reúnen grupos diversos de personas.
La plantación de árboles da oportunidades de participación y habilitación comunitaria, lo cual mejora la calidad de vida en nuestros ciudadanos.

























Los árboles aumentan la unidad.
Los árboles pueden convertirse en puntos reconocidos de la comunidad, dándole al vecindario una nueva identidad y alentando el orgullo cívico.























Los árboles proporcionan con sus copas un hábitat para la vida silvestre.
Los plátanos y jacarandas están entre las muchas especies urbanas que proporcionan excelentes hogares para los pájaros y los insectos.


























































El árbol secuestra el dióxido de carbono que contamina la atmósfera.
A través de la fotosíntesis que realizan las hojas, el árbol atrapa el CO2 de la atmósfera y lo convierte en oxígeno puro, enriqueciendo y limpiando el aire que respiramos. Se estima que una hectárea con árboles sanos y vigorosos produce suficiente oxígeno para 40 habitantes de la ciudad.
Un bosque de una hectárea consume en un año todo el CO2 que genera la carburación de un coche en ese mismo período.
Los incendios forestales liberan mucho CO2 a la atmósfera por lo que el buen manejo forestal y la reforestación, reducen estos niveles de CO2 almacenando carbón en las raíces, el tallo y las ramas del árbol y liberando oxígeno puro en el aire a través de los estomas.
Los estomas son microventanas en las hojas que abren durante el día para que entren los gases, la fotosíntesis se realiza  en presencia de la luz solar.

El árbol produce madera y es  combustible.
En las áreas suburbanas y rurales, los árboles pueden cosecharse de manera selectiva para obtener combustible y madera.
El uso de la madera se remonta al hombre primitivo, quien la utilizó para herramientas, armas y construcción de techos.
 Sin duda durante el próximo milenio la madera continuará siendo utilizada ampliamente debido a sus excelentes propiedades físicas, químicas y tecnológicas.
Primero se utilizó el trozo completo; después se usaron tablones en la construcción, durmientes con la llegada del ferrocarril, tablas gruesas y delgadas; posteriormente chapa para muebles, astillas y fibras para tableros… Todo esto para optimizar y desperdiciar menos los desechos del proceso tecnológico.
A pesar de la modernidad, la madera se usa como leña y carbón para combustible doméstico en la gran ciudad como cuando esta se fundó, y prácticamente desde que el hombre primitivo inventó el fuego.

El árbol produce fibras.
Las fibras de la madera se usan para fabricar cartón, papel, pañales y toallas desechables.
Más del 90% de estos productos a nivel mundial se fabrican con árboles.






















Los  periódicos y libros están escritos en papel hecho con fibra de madera virgen o reciclada, al igual que las bolsas de papel, cajas de cartón y otros materiales de empaquetar usados cotidianamente.

Los árboles mejoran las cosechas.
Plantados en cortinas rompevientos en hileras sencillas dobles o triples forman una barrera protectora a los cultivos agrícolas, creando microclimas que favorecen el rendimiento de las cosechas.
Igual ayuda a las granjas, establos, con ganado lechero o de engorde.
En las praderas, los árboles solos o agrupados le proporcionan sombra a los animales, dejando al mismo tiempo que el pasto se  desarrolle.

Los arboles revalorizan la propiedad residencial.
Siempre una casa con jardín tendrá mayor valor que sin él y los árboles y los arbustos son el principal componente del jardín.
Los árboles y arbustos bien ubicados alrededor de la casa y manejándolos apropiadamente, elevan el valor de las propiedades.

Los árboles son reciclables.
El bosque es un recurso renovable y con manejo sostenible, genera riqueza permanente.
La materia seca que generan sus hojas, flores, frutos y ramas se convierte en materia orgánica, la cual enriquece el suelo debajo de sus copas, sin producir desperdicios.

Los árboles combaten el estrés.
Los bosques son relajantes, caminar en ellos libera energía y tensión corporal. El contacto con sus hojas, ramas y tronco descarga nuestra energía pesada, que acumulamos por el aislamiento del suelo. Es buena terapia caminar por el bosque y tocar los árboles. El bosque es tranquilidad y belleza escénica por el colorido de las flores, las hojas, la majestuosidad de sus troncos, el aroma que despide y hasta el trinar de las aves y el zumbido del aire que atraviesa sus copas en movimiento.
Los árboles son seres mudos y postrados que podemos colgarles columpios, hamacas, puentes y hacer casas infantiles y otras cosas recreativas, pero no debemos olvidar que también tienen dignidad y debemos respetarlos.
Los árboles marcan las estaciones del año.
¿Es invierno, primavera, verano u otoño?.
Observemos los arboles durante todo el año…

Problemas que pueden causar los árboles.
Como dice el tópico: todo en la vida tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Pues a los árboles también se le aplica.
Estas plantas tienen muchos, muchos beneficios y los necesitamos en nuestros jardines, pero también tienen algunos inconvenientes potenciales que hay que conocer para evitarlos con una adecuada selección de las especies.

1º. Raíces agresiva y potentes.
Hay árboles que levantan pavimentos de aceras, porches, viales, etc. Las raíces potentes pueden agrietar muros, canalizaciones, aljibes, pozos y piscinas, y obstruir tuberías de agua y de gas.














































2º. Árboles venenosos.
Especies que poseen hojas, flores o frutos tóxicos si se ingieren. Ten esto en cuenta en zonas de juegos de niños. Aunque tampoco hay que exagerar con este tema puesto que no es normal que alguien pueda comerse hojas, flores o frutos de estas plantas.

3º. Alergias.
El polen y algunas semillas originan alergias de tipo cutáneo o respiratorio. En realidad, casi todas las especies arbóreas pueden provocarlas. Las especies que más frecuentemente las producen se debería limitar su uso, lógicamente, álamos, chopos y durillos se pueden podar para evitar que produzcan flores (polen).

. Espinas.-Arboles con espinas pronunciadas, realmente agresivas y peligrosas en muchos casos. Gleditsias, Parkinsonia, Acacia karoo ….







5.º Rebrotes de raíz.
El Ailanto (Ailanthus altissima) los álamos y chopos o la Falsa acacia (Robinia pseudoacacia) producen muchos rebrotes desde la raíz. La Robinia pseudoacacia produce chupones y semillas que germinan por todos lados. Este árbol, además, es venenoso, produce alergias y tiene espinas.

6º. El Eucalipto empobrece el suelo.
Sus raíces agotan la riqueza de nutrientes del suelo y los residuos que caen (hojas, flores y frutos) tienen sustancias que impiden el crecimiento de otras plantas a sus pies.

7º. Plagas molestas.
Los pinos desarrollan plagas molestas para las personas, como la oruga Procesionaria, que tiene pelos urticantes.

. Algunos producen olores desagradables.
– Flores de Ailanto (se debe plantar sólo pies femeninos).
– Frutos del Ginkgo (Ginkgo biloba) plantar solo pies masculinos y de la Melia (Melia azedarach).

9º.- Frutos que manchan los pavimentos.
Ginkgo, Morera, Álamos (semillas) Syzingium, Ligustrum.

10º.- Ramas quebradizas.
Pueden dar algún susto: Melia, Pawlonia, Robinia, Ulmus pumila, Chopo, Sauce, Ailanto, Ombus, Sófora, Gleditsia (Acacia de Tres Espinas), Ficus etc.

11 º.-Observaciones subjetivas.
Impiden ocupar más espacio para el aparcamiento de coches.
La caída de las hojas ensucia las calles.
Las hojas atascan los alcantarillados.
Impiden vistas a la calle o al paisaje.
Ocultan anuncios o publicidad.
Dan oscuridad a las plazas, calles y avenidas al ocultar las luminarias.
Ensucian las aceras y los coches cuando son atacados por plagas.
Los grandes árboles son un peligro por caída de ramas en días de viento y lluvia.
Plantados cerca de las casas impiden la luz a las viviendas en vez de protegerlas, con un mayor consumo de energía eléctrica.
Plantados cerca de las casas son un fácil acceso para los ladrones.
Los alcorques no siempre están limpios de malezas.




José Elías Bonells.
Aclaración: Estos son los apuntes, tomados de varias fuentes, que José Elías ha utilizado para preparar su conferencia.



Dado lo extenso de la conferencia hemos creído oportuno dividirla en varias entradas a fin de no hacerla demasiado extensa.


FINAL DEL CAPITULO (II)
Que continuará en otra entrada siguiente


FIN DE ESTA SEGUNDA ENTRADA