Desde este bonito y único rincón se quiere divulgar al mundo entero que Jerez además del patrimonio multi-cultural , turístico ó festivo conocido por casi todos, tiene un patrimonio arbóreo por desgracia desconocido para la mayoría de los ciudadanos de nuestra ciudad.
¿Quiere ayudarnos a descubrirlo.......?

martes, 15 de febrero de 2022

 En los últimos meses ha sido objeto de debate en nuestra ciudad el proyecto de instalación de un parque eólico en plena zona de viñas con lo que ello puede conllevar por su impacto paisajístico y medioambiental,  por lo que dicho parque lastraría el desarrollo agrícola y turístico de la misma.

Esto no quiere decir que estemos en contra de las energías renovables, todo lo contrario, pero un emplazamiento tan singular dentro del Marco de Jerez debe preservarse para el futuro.

Por esa razón traemos a nuestro blog el articulo de nuestro buen amigo Juan Luis Vega publicado el pasado domingo día 13 en el DIARIO DE JEREZ 

 

El cementerio de Macharnudo

  

Si el sabio Lucius Junius Columela levantara la cabeza y viera la barbarie que se esta edificando cerca de su majuelo ceretano cercano a Macharnudo, pediría una buena ración de cicuta a su amigo Séneca y volvería a enterrarse de nuevo en el hoyo.


Algo parecido haría otro docto viñador, Plinio El Viejo, que pediría a Roma su cese inmediato como procurador de la Hispania y el regreso al volátil séquito de Nerón, aunque fuera solo para trabajar como jardinero en su recién inaugurada Domus aurea.


Pues sí, porque el desaguisado que se quiere levantar, o lo que es peor la construcción segura de unos cuantos areogeneradores de casi la altura de la torre Eiffel, es como convertirlo a medio plazo en un cementerio. Algo inaudito, destrozar con esos molinetes gigantes al mejor de los pagos jerezanos, el que posee tierras albarizas más finas que la misma harina y un terruño de tosca de barajuelas que garantiza la mejor calidad a nuestros vinos. Sí, pues ese idílico paraje va a quedar hecho polvo, casi enterrado de aquí a la nada y todo ante la falta de sensibilidad y la mirada hipócrita de nuestros representantes políticos.


Un Pago que fue hace tres millones de años un extenso mar, como ha demostrado el gran investigador de estas tierras Beltrán Peña, los dominios poseedores de un suelo riquísimo, repleto de fósiles marinos, de diatomeas, restos de algas y microorganismos unicelulares, que no solo garantizan esa calidad, sino la mayor de las producciones posibles, tal como escribía el mismo Columela a otro viticultor vecino, Celso, en su De re rustica: "Pues parece cosa de prodigio lo que ha sucedido en nuestras haciendas de los Ceretanos le dice a saber, haber en la tuya una vid que haya pasado su producto del número de dos mil racimos y en la mía ochenta plantas injertas que a los dos años de esta operación dieron siete cúleos de vino…".


Y ahora, dos mil años después, se quieren cargar toda esta maravillosa historia y de camino la posibilidad de que millares de personas puedan pasear por el carril que lo atraviesa, desde la Cañada de la Loba hasta casi la antigua Asta Regia, hoy también enterrada, desgraciadamente.


Gente amante de nuestra cultura vitivinícola que podrían admirar ese paraíso y sus carriles cubiertos de flores de borrajas, zullas y margaritones, en cada primavera, fotografiar los vuelo rasante de los gallitos de marzo, los bandos de jilgueros y sonreír viendo los caracoles apretujados y dormidos en las varas dulzonas de los hinojos.


Desaparecerá el más bello paisaje ondulado y cargados cepas, jamás superado y esos cerros blancos que parecen como salidos de un cuento. Y lo que es peor, que esos futuros enoturistas no puedan enamorarse de una puesta de sol en cualquier tarde de otoño y ni siquiera tocar los racimos rellenos del mejor néctar, como si fueran, ellos, los mismísimos dioses.


¡Por Dios, no perdamos todo eso. No enterremos nuestro patrimonio, mantengámosle vivo aunque solo sea para que lo puedan disfrutar nuestros hijos y toda la gente amante del vino que en el mundo existe!


Lo renovable no son nuestros campos convertidos en eriales llenos de torres y espejos, sino los millones de cepas de vid y los alcornoques de los bosques cercanos, que llenan nuestros pulmo-nes de aire sano.´


Juan Luis Vega

13 de Febrero 2.022




Precisamente se ha convocado una marcha para el sábado 19 de Febrero en protesta del controvertido proyecto.