UN RECORRIDO POR “LA MILLA DE ORO PEATONAL DE JEREZ”
Continuando con nuestros
recorridos por Jerez que iniciamos hace ya varias semanas, e igual que contamos
la posibilidad de crear un parque central, una zona verde en pleno corazón de
la ciudad, hoy recorremos lo que parece que se convertirá, por fin, en el
núcleo peatonal de Jerez en los próximos años. Un espacio de oro que girará, de
momento, en torno a la Catedral y que confiamos que se extienda más adelante
hacia todo el centro histórico de nuestra querida ciudad.
Jerez cuenta con un conjunto
histórico verdaderamente envidiable, tan grande y tan variado que muchas
poblaciones, incluso capitales, desearían para ellas poseer. Además de su
entramado medieval, el llamado barrio de San Mateo con sus estrechas
callejuelas empedradas, posee monumentales iglesias góticas, parroquias del
insuperable estilo mudéjar, palacios renacentistas, casones platerescos y
bellas portadas barrocas, recargadas, pero rabiosamente bonitas.
El conjunto monumental se
centra en el interior de la antigua muralla almohade del s.XII, de la que solo
se conservan algunos torreones y unos cuantos lienzos malgastados, pero también
en la zona de extra- muros, donde se construyeron a partir de principios del
siglo XVI impresionantes iglesias como la de Santiago, San Miguel o la
conventual de Santo Domingo, ya descritas en nuestro blog. Pero también se
crearon, por allí entonces, extensas plazas y numerosas áreas de paseo.
Unas alamedas, como la
cautivadora “Alameda Vieja”, que los jerezanos de entonces llenaron de árboles
y de plantas traídas de los más alejados lugares y que hoy vamos a visitar,
aunque solo en una de sus partes y que hemos llamado: “La milla de oro peatonal
de Jerez”. La zona que transcurre desde la Ermita de Guía hasta la misma plaza
del Arenal, que es la vía que el ayuntamiento de Jerez pretende convertir en un
eje para el exclusivo disfrute de sus habitantes y de los visitantes que deseen
conocer ese sugerente patrimonio.
Y ya iba siendo hora de
que se formara en la ciudad un espacio como este, alrededor de la catedral y en
el que solo pudiesen circular vehículos de servicio, que estuviera libre de
humos y de ruidos incesantes, unas calles y plazas donde los niños puedan jugar
sin peligro de ser atropellados, los mayores, andar, aunque sea por un suelo
bellamente empedrado, los turistas fotografiar los palacios e iglesias abiertas
de par en par y cómo no, donde se pueda disfrutar, tal como lo hacemos los
miembros de nuestra Asociación, de la enorme riqueza de su patrimonio árboreo,
sin ser molestados por conductores ávidos por batir las marcas de los ases del
motociclismo o de la fórmula uno en el mismo cogollo de su centro histórico.
Comenzamos nuestra visita
por fuera de la muralla, en la Ermita de Guía, un viejo oratorio construido en
el siglo XVII en un enclave llamado de “La Alcubilla”, es decir donde existía
un arca de agua, una serie de pozos, aljibes, abrevaderos y más tarde una
fuente, que se conserva aunque sin agua, como casi todas las existentes en la
ciudad,- algo de lo que próximamente prometemos escribir en este blog- y donde
acudían los jerezanos para proveer sus necesidades o para dar de beber a sus
animales de trabajo.
Fuente de la Alcubilla |
Actualmente la Ermita se
halla rodeada de un pequeño bosquete y desgraciadamente de un edificio de
viviendas, una inmensa mole que afea y destruye la encantadora visión de la
ciudad desde su entrada sur.
En este óleo de 1850 del pintor Domingo García y Díaz se aprecia el paisaje y el entorno bodeguero creado en las cercanías de la Ermita de Guía que era además el lugar donde desembocaba el arroyo de los curtidores y un cruce de caminos hacia Sanlúcar, Rota, Cádiz y donde existió durante casi un siglo una romántica estación del llamado Tren del Oeste.
Tren Jerez . Sanlucar |
En la zona “ajardinada”,
aunque con mucho cemento y que se encuentra casi siempre cerrada al público,
pueden contemplase un grupo de cipreses (Cupresus sempervirens), árboles del
fuego (Grevillea robusta), además de unos pocos árboles del hierro (Metrosidero
excelsa) y naranjos amargos (Citrus aurantium) no muy desarrollados, curiosa y
probablemente por estar “faltos de agua”.
Metrosidero |
Grevilleas |
Justo enfrente de este espacio se encuentra el inicio de la calzada del
Arroyo, con alineaciones de naranjos y que en su lado izquierdo acoge la puerta de entrada que da acceso a los
jardines de las Bodegas Fundador, antes Pedro Domecq, aunque para poder entrar
a visitar dichos jardines hay que hacerlo por la puerta principal de la bodega
en la calle San Ildefonso. En la acera opuesta encontramos el complejo bodeguero
de González Byass del que hablaremos más adelante.
jardines de las Bodegas Fundador, antes Pedro Domecq |
jardines de las Bodegas Fundador, antes Pedro Domecq |
jardines de las Bodegas Fundador, antes Pedro Domecq |
Calzada del Arroyo |
2/. Puerta del Arroyo, desde
una bodega contemporánea y colosal hasta el encantador reducto empinado de la
catedral.
Antes de atravesar el postigo de la muralla llamada Puerta del Arroyo abierto a principios del S.XVI y llamado así por discurrir por ella el riachuelo sucio e insalubre de los curtidores de pieles que duró hasta 1588, cuando fue soterrado, paseamos por la vera de una de las bodegas más impresionantes y gigantes del mundo, la Gran Bodega del Tío Pepe.
Una obra contemporánea, de
la segunda mitad del s. XX , pero no por ello menos espectacular. Tan solo con
contar que sus cúpulas de hormigón diseñadas por el ingeniero Eduardo Torroja
tienen el mismo diámetro (43 mts.),que el famoso Panteón de Agripa, de Roma (
año 126 dc) y que las proyectadas por el mismísimo Miguel Angel para el
Vaticano o por el genio Brunelleschi para la catedral de Santa María del Fiore,
de Florencia, está todo dicho.
La inmensa mole de tres
plantas de alturas es la bodega más grande jamás construida en el mundo y puede
albergar hasta 30.000 botas de 500 litros (1.500.000 litros) y se edificó sobre
lo que fue un huerto de naranjos, un “naranjé”. Los propietarios de la bodega
exigieron dos cosas a la constructora de esa bodega, que en la calle se
plantaran naranjos agrios ( Citrum aurantium) y que una palmera datilera
(Phoenix datilifera) enorme que allí había fuera trasplantada en la cara oeste
del edificio. Este ejemplar, que casi sobrevolaba la enorme altura de esta
singular bodega, aguantó más de 50 años, hasta que hace menos de una década un
vendaval de poniente partió su cabeza y tuvo que ser talada.
En esta calle Calzada del Arroyo tenemos en ambas aceras alineaciones
de naranjos amargos (Citrus aurantium) y en un ensanchamiento que hay a la
derecha justo antes de pasar bajo la Puerta del Arroyo, podemos ver varios
jaboneros chinos (Koelreuteria paniculata), en estas fechas invernales sin
hojas.
La Puerta del Arroyo tiene
adosada a ella la capilla de la Virgen de la Antigua, oratorio que se halla hoy
cerrado y que antaño daba acceso a la Cuesta del Cochino, denominada
de esta manera porque antaño era la vía de acceso de las piaras de estos
animales hacia su desolladero, el matadero de calle San Agustín. Hoy esta vía,
también llamada Cuesta del Oeste, es la Calle Unión, que discurre por el interior de las bodegas de González
Byass y que es uno de los viales más hermosos de España, al estar totalmente
cubierta por más de 50 parras altísimas (Vitis vinífera), al igual que su
aledaña y famosa calle Ciegos.
capilla de la Virgen de la Antigua |
Espacio donde estaba la cuesta del cochino |
Calle Unión |
3/. Arroyo Bajo.
La zona que encontramos
desde el postigo hacia el reducto catedralicio es tal vez la que necesita una
mayor y urgente reforma. Allí se habilitó en su día un caótico aparcamiento que
ha terminado por dañar los naranjos y jaboneros chinos que hay en este espacio
como también cualquier vestigio antiguo, pese a que en el lado opuesto
discurren dos bonitas calles,
especialmente la Cuesta del Espíritu Santo, de un suelo empedrado maravilloso y
donde se hallan los restos del antiguo convento que le da nombre y las
renombradas bodegas de Fundador, antes Pedro Domecq.
Parece urgente transformar
la plataforma llena de coches en un pequeño parque y estudiar un posible
acuerdo con la bodega propietaria del solar colindante, hoy también usado para
coches de sus empleados, con el objetivo de que ennoblezca este espacio, donde
en su día se proyectó el estacionamiento de los
muchos autobuses que la visitan diariamente.
Curiosamente en el tapial
del mencionado solar encontramos una trepadora del genero pandorea y en dos
variedades, jasminoide y alba, que teníamos identificada desde el pasado verano
en plena floración.
Pandorea jasminoide |
Pandorea alba |
4/. Plaza de la Encarnación.
Esta plaza ha sido la
primera que el municipio ha convertido totalmente en peatonal hace solo unos
cuantos meses y donde se han eliminado todos los aparcamientos. Es un lugar
precioso desde el que se contempla la fachada oeste, los estilizados
arbotantes, los pináculos de la estructura gótica de la Catedral, la portada
barroca que le da nombre al lugar y la torre minarete de estilo múdejar, donde
se conserva la matraca más antigua de la nación.
Pero es una plaza que esta
totalmente ausente de vegetación, con la excepción de varias palmeras Washingtonia robustas de un laurel
de India ( Ficus microcarpa) que rodean al monumento de Manuel María González
Ángel, fundador de las bodegas anexas, cuatro cipreses italianos (Cupresus
sempervirens totem) y cinco pequeños olivos plantados en macetas y que adornan la
fachada del hotel Bodega Tío Pepe, inaugurado recientemente.
4/. La Maravillosa Alameda
Vieja
Subiendo hacia la entrañable
Alameda Vieja por la calle de la Rosa ( Hortas Cáliz) se puede contemplar a
través de un ventanal, la parra (Vitis vinifera) más antigua de cuantas existen
en la ciudad, de más de 100 años y que cubre un bonito patio interior y que está
catalogada como árbol singular de Jerez, un almizcate que separa las bodegas de
la Constancia y la de Los Reyes, dentro de las afamadas bodegas que casi nos
acompañó durante casi todo nuestro recorrido.
La Alameda, llamada en tiempos de Fortúm de Torres y que rodea al antiguo Alcázar de la época mozárabe (s.XI) ha sido siempre lugar histórico de esparcimiento y el primer espacio verde serio de Jerez. La construcción de este paseo se efectuó en 1787 y desde entonces se convirtió en un lugar de encuentro, de conciertos al aire libre, en un agradable espacio donde tomar unas copa de nuestro vino, degustar unos pimientos fritos, unas patatas al bastón y unas coquinas de barro al ajillo.
Una espesa arboleda, hoy
llena de preciosos palisandros (Jacaranda mimosifolia), donde los jerezanos
acudían las tardes de verano para contemplar la puesta de sol, respirar el
poniente fresquito que les llegaba desde Sanlúcar en los atardeceres y sin
dejar de admirar la cúpula de la antigua Colegial y las casas blancas del
barrio de san Mateo al fondo, con sus luces titilando mágicamente.
Pasear por la vera de las
murallas del Alcazar y por esta alameda hasta mediados de los años 60 del
pasado siglo, era una delicia indescriptible. Se veía todo lleno de tejados de
bodegas, siempre muy alineados, a lo lejos fachadas de iglesias enormes y
araucarias (Araucaria heterofolia) que sobresalían, altísimas, sobre un
escenario que parecía que ni pintado. El pino centenario (Pinus linea), hoy
desaparecido, que tapaba la entrada de la bodega con su ramaje gigante y los
ficus gomeros (Ficus elástica) que no dejaban ver la llamada Puerta y el
Arco de la Reina, construido para
recibir a Isabel II, en 1869 y que da acceso a los jardines de la bodega.
Gomero (Ficus elastica) |
Arco de la Reina |
Puerta de la Reina, solo se ha abierto cinco veces en su historia |
Jardines de Gonzalez Byass |
Dombeya cayeuxii |
Dombeya cayeuxii |
Todo cambió años más tarde a causa de la alta inseguridad que padeció esta zona mal cuidada, peor guardada y muy oscura y parece que quedó aislada de un centro de Jerez que se halla escasamente a apenas 150 metros de la Plaza del Arenal.
Una pena, pero sigue siendo el sitio de mayor encanto de la ciudad de Jerez, sobre todo en primavera cuando primero florecen los naranjos (Citrus aurantium) y da gusto pasear oliendo su abrumador azahar, o en Mayo, cuando el cielo y el suelo se cubre entero de soberbio azul del sus jacarandas.
Sigue siendo un placer andar por allí y, si se puede,
atravesar su recinto amurallado, conocer
su coqueta mezquita, los singulares baños árabes, subir a las torres del
Homenaje a la Hexagonal o disfrutar de su cuidado jardín árabe, de las
antiquísimas palmeras (Foenix canariensis) de su Patio de Armas o de las reliquias de la
farmacia municipal de la ciudad, que se guardan en el palacio de Villavicencio.
Patio de armas |
Mezquita |
Jardines del Alcazar |
Baños arabes |
Palacio de Villavicencio |
Farmacia |
También tenemos que mencionar las magnificas yucas (Manihot esculenta)
que se encuentran cercanas al templete-mirador de fundición que se instalo hace
unos años y que ha sido objeto de vandalismo y se encuentra bastante
deteriorado.
Otra de las especies destacadas en la Alameda Vieja son los ejemplares
de Cedros del Atlas (Cedrus atlantica) existentes, así como alguna melia,
cipreses (Cupressus sempervirens), y palmeras washingtonia. Antes de adentrarnos en el Callejón del Aire,
admiramos una de ellas, la palmera más alta de la ciudad que sobrepasa la
altura del palacio de Villavicencio y que fue trasplantada allí con éxito desde
la plaza del Arenal y catalogada
como árbol singular.
Melia |
Por último mencionar un magnifico ciruelo japonés (Prunus cesarifera) que se encuentra junto a la torre del palacio de Villavicencio.
¡Algo, para no
perdérselo!
5/. Callejón del Aire.
La buena pendiente de esta
cuesta conecta la Calle y la Puerta de la Visitación, por la que entran todas
las cofradías jerezanas en su estación de penitencia de la Catedral, con la
Alameda Vieja, por lo que es un lugar ideal para presenciar la Semana Santa y
uno de los lugares más bellos de la ciudad.
Al suelo empedrado y a la
elegancia de los casones y palacetes de Visitación se une esta callejuela,
donde sopla casi siempre el viento( de ahí su nombre) y donde siempre huele
bien porque además del “naranjé” cercano, las bodegas de por allí exhalan sin
parar un reguero de aromas a vinos muy bien criados. No hay arboledas en esta
calleja, pero si se conservan tres curiosos arcos con formas de cañones, que
sirvieron de sostén a una antiquísima bodega, hoy desaparecida y en los que en
su día se proyectó un estupendo tablao flamenco.
6/. La balaustrada
Rodeando la Catedral de la
diócesis de Jerez-Asidonia, una imponente iglesia construida en el sXVII que
aúna a cuatro estilos diferentes (gótico, mudéjar, barroco y neoclásico) nos
encontramos con el curioso entramado de su balaustrada.
Una estructura que defiende los distintos desniveles, las pendientes y sus escalinatas y el espacio que se nos antoja que podría ser ese elemento diferencial de nuestra estupenda Semana Santa. Un enclave diferente y peatonal por donde pueden subir todas las cofradías para llegar a la Catedral, como muy bien lo ejecuta cada año y entre bengalas, el Cristo de la Viga, la talla más antigua que procesiona en la localidad.
Si deseas hacer un recorrido fotográfico por este monumento, puedes hacerlo pinchando en el siguiente enlace:
7/. Calles José Luis Díez,
Amargura y Plaza Monti
La calle de José Luis Díez,
que conecta la plaza Asunción y la del Arroyo, es una de las vías que más van a
celebrar la puesta en funcionamiento del proyecto peatonal que quiere ejecutar
el municipio, ya que es un espacio degradado, anticuado y mal diseñado.
Sin apenas vegetación, a
excepción de dos jacarandas que subsisten a duras penas frente al horrendo
edificio del Ambulatorio y que en nuestra opinión merece ser derribado, ( al
menos en sus cuatro plantas superiores), creemos necesario dotarla de parterres
y zonas ajardinadas ya que será el enlace obligado para los turistas que
circulen desde la plaza de los Escribanos (Plaza de la Asunción), hasta la
majestuosa Catedral.
Un ejemplo de cómo podrá
quedar esta milla peatonal se puede contemplar ya en las calles Amargura,
Letrados y plaza Vargas, que han sido reformadas con gran éxito en los últimos
meses y donde se han eliminado bordillos, creado una plataforma única y manteniendo
el adoquín de granito, absolutamente clásico de una ciudad industrial, como
Jerez.
Volvemos nuestros pasos hacia la Plaza Monti pasando por delante de un
pequeño jardín dentro del conjunto del Alcazar ubicado en el solar donde en su
día estuvo el Teatro Eslava.
Ya en la plaza encontramos el edificio que alojó en su tiempo los
juzgados de la ciudad y hoy convertido en colegio público. También en esta
plaza estuvo la popular panadería de Torreira y al inicio de la calle Pozuelo
encontramos una de las Casa-palacio más importantes de Jerez, la del Virrey
Laserna o Conde de los Andes, último virrey del Perú.
Quien desea hacer un recorrido fotográfico por este palacio, puede hacerlo pinchando en el siguiente enlace:
Casa Palacio del Conde de los Andes
Antes de entrar en la Plaza del Arenal pasamos por la Pescadería Vieja, lugar con mucho encanto y tipismo donde se encuentra el popular bar Juanito y la no memos popular pescadería de Sayago, así como otros locales gastronomicos.
8/. Y la Plaza del Arenal…
El centro neurálgico de la
ciudad de Jerez, el lugar de encuentro histórico. La Plaza Mayor de Jerez, que
pese a que perdió parte de su encanto tras la remodelación realizada para la
construcción de un aparcamiento, mantiene parte de su encantador palmeral
(Phoenix datilifera) al que se han incorporado laureles de India (Ficus
microcarpa) y donde deberían existir mayores espacios cubiertos de arbustos y
de flores de temporada que la embellecieran aún más y compensara el exceso de
terrazas y mesas de los muchos bares que cubren casi todo el espacio sin orden
ni concierto y sin la más mínima idea estética y decorativa.
Recientemente se han
instalado una iluminación singular en el llamado edificio de los Arcos, que
debería ser menos colorista y más acorde con la tonalidad clásica y el tono
cálido de la piedra de la que esta construida casi toda la ciudad de Jerez, la
preciosa piedra arenisca de las canteras de san Cristobal.
Ponemos fin a nuestro
recorrido por la zona soñando en ver este espacio convertido pronto en el eje
peatonal básico de nuestra querida ciudad. Unas calles para el paseo, para el
disfrute de nuestros visitantes y turistas, para contemplar el maravilloso
patrimonio que le rodea, recuperar la Alameda Vieja para todos, para respirar
el aire puro que dan sus árboles y para seguir oliendo el riquísimo aroma de
los que son “los mejores vinos del mundo”.