Desde este bonito y único rincón se quiere divulgar al mundo entero que Jerez además del patrimonio multi-cultural , turístico ó festivo conocido por casi todos, tiene un patrimonio arbóreo por desgracia desconocido para la mayoría de los ciudadanos de nuestra ciudad.
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miércoles, 6 de mayo de 2020

Flores silvestres en la campiña de Jerez

Ahora que las medidas de confinamiento se han relajado un poco y nos permiten salir en horarios determinados, dos de los amigos de nuestra asociación, aprovechando que son ciclistas y deportistas,  han salido al campo para disfrutar del inigualables espectáculo de color que ofrecen las flores silvestres de nuestra campiña.

A continuación publicamos un pequeña crónica de esta salida escrita por Juan Luis Vega, las fotos que acompañan a la crónica son del mismo Juan Luis y de Antonio Galiano.



Amigos, una excursión ( o incursión) 

formidable. El campo está increíble..., 
con las lluvias primaverales están 
imponentes, hacía tiempo que no lo 
veía tan bello, los cardos marianos 






están soberbios, con más de 2 metros 
de alto, aunque ya comienzan a arrugar 
sus copetes, 










la zulla lo invade todo y,
 junto a las vivoreras y los margaritones , 
crean un manto de color en las gavias 
y bordes de los carriles. 





















Hay amapolas

 y malvas por todas partes y los trigales 
están en su sazón, cambiando de verde 
al ocre y meciendo sus espigas con el 
ligero viento de la mañana.






 Los girasoles han crecido pronto y 
la viña está exuberante, enseñado
 sus largos pámpanos de color verde claro y con los racimos empezando a florecer. 














Pronto, muy pronto, aparecerán 

los sombrerillos, las zanahorias 
silvestres, las viznagas, los olorosos 
hinojos y los caracoles empezarán a 
enroscarse en sus ramas dulzonas. 



























Me crucé con un lagarto ocelado, dos o tres perdices, que debían estar escondidas a esa hora y con dos escarabajos aceiteros, dos curitas, que debieron preguntarse qué hacía este chalado paseando a por aquellos parajes. Simplemente, les contesté, disfrutaba de una primavera que se me escapaba, una Primavera que me habían robado, pero que estaba allí, toda llena de color y de la música que cantaban unos jilgueros que chupeteaban unos cardos..





El primer girasol,

de mi tardía primavera 
es como el comienzo
de una nueva vida
una vida de color.
Inunda el verde esperanza
de amarillo chillón,
de sol de agosto,
de sueños de amor.
A su lado,
las amapolas de sangre
les dicen adiós, 
y los trigales cercanos
las espigas, tristonas,
enmudecen,
se vuelcan y retuercen,
se inclinan ante tanto color.
La luz de mis campos,
los racimos llenos de dulzor,
los sarmientos, largos,
acariciantes,

del viñedo de los pagos,
acabaran con mi pena interior.
Girasoles, cunetas y carriles,
se llenan de flor,
y en las buenas gentes
las de ardiente corazón 
renacerá 
muy pronto,
la ilusión,
y por supuesto,
el Amor.











Si quieres ver el álbum completo, pincha en la foto siguiente: