Desde este bonito y único rincón se quiere divulgar al mundo entero que Jerez además del patrimonio multi-cultural , turístico ó festivo conocido por casi todos, tiene un patrimonio arbóreo por desgracia desconocido para la mayoría de los ciudadanos de nuestra ciudad.
¿Quiere ayudarnos a descubrirlo.......?

sábado, 5 de marzo de 2022

Visita al Soto del Chapatal - Castellar de la Frontera. Octubre 2.021

Con algo de retraso publicamos la crónica de la excursión que realizamos en Octubre pasado al Soto del Chapatal, ubicado en el término de Castellar de la Frontera en pleno campo de Gibraltar.



Hoy 5 de Octubre de 2021, nos hemos reunido un grupo de 6 amigos, para hacer una excursión al Soto del Chapatal, de la mano de nuestro querido profesor Javier, que es quien conoce la zona.

Salimos en dos vehículos desde la Ctra. de Cartuja sobre las 9 de la mañana, con dirección a Castellar de la Frontera, parando para desayunar en la Palmosa. Antes de llegar a Castellar, atravesamos las vías de la Almoraima, giramos a la derecha y buscamos la entrada a los senderos. 

Cruzamos la cancela de acceso, y nos adentramos por los carriles hasta el lugar elegido por nuestro guía, dejando los coches aparcados junto a un gran alcornoque, cerca de las 11 y media de la mañana.

Inspeccionamos el terreno y comenzamos una ruta circular por un camino cubierto de hojarasca, con muchos helechos en los laterales, y rodeados de grandes alisos, alcornoques y quejigos, variedad canariensis. 




























Diez minutos más tarde, cruzamos un pequeño y destartalado puente de madera, bajo el que discurría un reducido cauce de agua, con abundante vegetación. 
















Los troncos de los árboles formaban posturas imposibles, y la mayoría aprisionados por las entrecruzadas ramas de las hederas













Como viene siendo habitual, nuestra vista no sólo acapara esos grandes troncos y sus desplegadas ramas cubiertas de hojas, sino que al pie del camino van apareciendo algunas flores, plantas y arbustos, desviando nuestra curiosidad en su identificación o recuerdo de otros senderos. 













Comenzaremos con los tomatillos del diablo (Solanum sodomeum), planta venenosa cubierta completamente de espinas, excepto la flor y el fruto. También junto al camino, destacan entre verdes hojas, las flores amarillas con un gran despliegue de estambres, del Hypericum humifusum. Había trayectos donde el sendero se ampliaba en espacios de menos densidad vegetal, abundando el suelo cubierto de hojas caídas, formando un precioso manto ocre, despejado sólo en la zona de paso de los senderistas. 




Tomatillos del diablo (Solanum sodomeum)


Hypericum humifusum















Las laderas salpicadas de quejigos en equilibrio, cuyos troncos flotaban entre ondas de helechos (Pteridium aquilinum) verdes y pardos, jugando con los claros y oscuros del reflejo de los rayos solares, desplazándose entre los frondes como subidas y bajadas de toboganes. 













Arbustos de flores lilas con manchas blancas de la Calamintha nepeta, contrastan con los frutos rojos de los majuelos (Crataegus monogyna).


Majuelos (Crataegus monogyna)

Majuelos (Crataegus monogyna)

Calamintha nepeta





Grandes árboles cubiertos de trepadoras, donde destacan las hojas verdes, flores blancas nacaradas con estambres blancos y frutos verdes con algunos rojos de la Smilax aspera; las verdes hojas acorazonadas de la Hedera ibérica, así como alargadas varas de la Vitis riparia.


Smilax aspera





















Como ya ha sido comentado, los árboles, rodeados de abundante vegetación, tendiendo a maleza, presentaban figuras muy curiosas, incluso fantasmales. Troncos obesos por el centro, otros con gruesas ramas que parecen injertos (rama ojo de aguja), aparte de gran cantidad de ellos caídos, doblados, con ramas por los suelos, entrecruzados, etc. que nos ofrecían posturas fotográficas emulando a forzudos o hábiles jinetes.

















Continuamos nuestro paseo circular, y nos desplazamos por la zona derecha del puente de madera, junto al cauce del arroyo, para que nuestro profesor inspeccionara el lugar, en busca de plantas interesantes. Las aguas del arroyo serpenteaban turbias y casi estancadas, abriéndose paso entre la copiosa vegetación que inundaba los extremos del cauce. 
















Aprovechamos para un rengue entre hojas de laurel, y seguimos nuestro periplo entre plantas, árboles y arbustos, identificando una pequeña colonia  de Leucojum autumnale, con sus flores en forma de campanillas de color blanco y la base rosada; algunos ejemplares de Lagurus ovatus, también llamados colas de liebre por su forma y cubierta pelosa, así como tallos repartidos de  Urginea marítima, con flores blancas y verdes, y pétalos de raya en medio. Añadimos los palmitos (Chamaerops humilis), cargados de maduros frutos rojos, llamados "palmichas".


Urginea marítima

Leucojum autumnale

Leucojum autumnale

Lagurus ovatus



























Palmitos (Chamaerops humilis)











Ulex borgiae


Sobre las 3 de la tarde, buscamos un claro para almorzar, y compartimos el contenido de nuestras mochilas. Tras un rato de asueto, volvimos a cruzar el puentecito de madera, y giramos a la izquierda para seguir buscando setas y nuevas especies de plantas. Nos repartimos desde el cauce del arroyo hasta ladera arriba sin éxito alguno. Regresábamos de esa zona, sin haber atisbado nada interesante, cuando cerca de la entrada del sendero, junto a la carcasa de un antiguo transformador, alguien del grupo divisó un buen ejemplar con sombrero ahuevado anaranjado, estípite amarillo y volva blanca, que nuestro experto identificó como Amanita caesarea




Unos minutos después, encontramos otro ejemplar de la misma especie, también de buen tamaño, aunque con el sombrero totalmente plano y el estípite más largo. Esto nos animó y la búsqueda se completó con dos ejemplares más, que a la postre sirvieron de cena a dos de nuestros compañeros. Ampliamos nuestro anillo de exploración, pero no hubo suerte. De todas formas, quedamos contentos con lo recolectado, pues ya nos marchábamos cuando hubo ese golpe de suerte.






























Cruzamos nuevamente el puentecillo de madera y nos dirigimos a los coches para iniciar el regreso.


martes, 15 de febrero de 2022

 En los últimos meses ha sido objeto de debate en nuestra ciudad el proyecto de instalación de un parque eólico en plena zona de viñas con lo que ello puede conllevar por su impacto paisajístico y medioambiental,  por lo que dicho parque lastraría el desarrollo agrícola y turístico de la misma.

Esto no quiere decir que estemos en contra de las energías renovables, todo lo contrario, pero un emplazamiento tan singular dentro del Marco de Jerez debe preservarse para el futuro.

Por esa razón traemos a nuestro blog el articulo de nuestro buen amigo Juan Luis Vega publicado el pasado domingo día 13 en el DIARIO DE JEREZ 

 

El cementerio de Macharnudo

  

Si el sabio Lucius Junius Columela levantara la cabeza y viera la barbarie que se esta edificando cerca de su majuelo ceretano cercano a Macharnudo, pediría una buena ración de cicuta a su amigo Séneca y volvería a enterrarse de nuevo en el hoyo.


Algo parecido haría otro docto viñador, Plinio El Viejo, que pediría a Roma su cese inmediato como procurador de la Hispania y el regreso al volátil séquito de Nerón, aunque fuera solo para trabajar como jardinero en su recién inaugurada Domus aurea.


Pues sí, porque el desaguisado que se quiere levantar, o lo que es peor la construcción segura de unos cuantos areogeneradores de casi la altura de la torre Eiffel, es como convertirlo a medio plazo en un cementerio. Algo inaudito, destrozar con esos molinetes gigantes al mejor de los pagos jerezanos, el que posee tierras albarizas más finas que la misma harina y un terruño de tosca de barajuelas que garantiza la mejor calidad a nuestros vinos. Sí, pues ese idílico paraje va a quedar hecho polvo, casi enterrado de aquí a la nada y todo ante la falta de sensibilidad y la mirada hipócrita de nuestros representantes políticos.


Un Pago que fue hace tres millones de años un extenso mar, como ha demostrado el gran investigador de estas tierras Beltrán Peña, los dominios poseedores de un suelo riquísimo, repleto de fósiles marinos, de diatomeas, restos de algas y microorganismos unicelulares, que no solo garantizan esa calidad, sino la mayor de las producciones posibles, tal como escribía el mismo Columela a otro viticultor vecino, Celso, en su De re rustica: "Pues parece cosa de prodigio lo que ha sucedido en nuestras haciendas de los Ceretanos le dice a saber, haber en la tuya una vid que haya pasado su producto del número de dos mil racimos y en la mía ochenta plantas injertas que a los dos años de esta operación dieron siete cúleos de vino…".


Y ahora, dos mil años después, se quieren cargar toda esta maravillosa historia y de camino la posibilidad de que millares de personas puedan pasear por el carril que lo atraviesa, desde la Cañada de la Loba hasta casi la antigua Asta Regia, hoy también enterrada, desgraciadamente.


Gente amante de nuestra cultura vitivinícola que podrían admirar ese paraíso y sus carriles cubiertos de flores de borrajas, zullas y margaritones, en cada primavera, fotografiar los vuelo rasante de los gallitos de marzo, los bandos de jilgueros y sonreír viendo los caracoles apretujados y dormidos en las varas dulzonas de los hinojos.


Desaparecerá el más bello paisaje ondulado y cargados cepas, jamás superado y esos cerros blancos que parecen como salidos de un cuento. Y lo que es peor, que esos futuros enoturistas no puedan enamorarse de una puesta de sol en cualquier tarde de otoño y ni siquiera tocar los racimos rellenos del mejor néctar, como si fueran, ellos, los mismísimos dioses.


¡Por Dios, no perdamos todo eso. No enterremos nuestro patrimonio, mantengámosle vivo aunque solo sea para que lo puedan disfrutar nuestros hijos y toda la gente amante del vino que en el mundo existe!


Lo renovable no son nuestros campos convertidos en eriales llenos de torres y espejos, sino los millones de cepas de vid y los alcornoques de los bosques cercanos, que llenan nuestros pulmo-nes de aire sano.´


Juan Luis Vega

13 de Febrero 2.022




Precisamente se ha convocado una marcha para el sábado 19 de Febrero en protesta del controvertido proyecto.