Desde este bonito y único rincón se quiere divulgar al mundo entero que Jerez además del patrimonio multi-cultural , turístico ó festivo conocido por casi todos, tiene un patrimonio arbóreo por desgracia desconocido para la mayoría de los ciudadanos de nuestra ciudad.
¿Quiere ayudarnos a descubrirlo.......?

domingo, 4 de diciembre de 2016

230ª- LA "DIGNIDAD" DE LOS ARBOLES (III)

“La dignidad de los árboles” (III)
Texto de la conferencia de D. José Elías Bonells
XXX Aniversario se nuestra asociación. Conferencia de José Elías Bonnels.
Fotografias de Jerez de los Árboles y alguna "prestada" de Internet.

Continuamos con tan interesante conferencia.

EN ESTE CAPITULO III.
SE NOS HABLA DE ALGUNOS MITOS Y REALIDADES SOBRE LOS ÁRBOLES.

Pero ¿qué pasa en las ciudades?.
¿Cuál es la realidad de los árboles urbanos?.
Nuevas generaciones están tomando conciencia rápida de este viejo problema.
Una buena programación de la plantación de árboles  es crucial para completar las áreas verdes.
Se están haciendo serios esfuerzos  por los Ayuntamientos, para que en la ciudad se apliquen técnicas viejas y modernas que garanticen el éxito de las repoblaciones urbanas.
Modernidad no significa deforestar.
Como en otros problemas que abaten a la ciudad, la participación ciudadana con la autoridad debe ser estrecha y activa para lograr con éxito la arborización de la ciudad.
Debemos lograr que los árboles adultos alcancen su máxima longevidad, como en el campo y podamos verlos altos y frondosos en la ciudad.

Mitos y realidades sobre los árboles.
De antemano sabemos que no dar crédito a los dichos está basado en el conocimiento de causa, ya que los mitos son tradiciones transmitidas a través de las generaciones al igual que los cuentos y los prejuicios.
Las creencias, mitos, cuentos, dichos y los prejuicios son verdades o mentiras a medias que sirven para iniciar, continuar o amenizar la conversación, ya que no tienen fundamentos científicos o técnicos.
A estas alturas del siglo XXI debemos erradicar los cuentos mitológicos sobre los árboles con la finalidad de conseguir árboles bellos, sanos y longevos y que a través de la ciencia de la Arboricultura, se logren las metas para la ciudad.




El Dr. Alex Shigo ha compilado más de 100 mitos (Shigo, 1993), la mayoría de los cuales se aplican a los árboles de nuestra ciudad.
El Dr. Shigo dice que “un mito empieza cuando la gente usa términos que no puede definir”.
Realmente no hay árboles malos, existen árboles plantados en sitios incorrectos y de la especie incorrecta para determinado sitio, pero al final es el hombre el que hace que un árbol se vea mal, sea un estorbo, cause problemas o represente un peligro.
Los árboles son testigos mudos y alguien tiene que hablar por ellos para defenderlos,  y por esto estamos hoy aquí, sin dejar de reconocer que algunos árboles también tienen limitaciones.

El árbol lo aguanta todo.
El árbol ha tenido la fortaleza de sobrevivir en el planeta por más de 200 millones de años, adaptarse a los cambios ambientales. Sin embargo, el árbol urbano vive prácticamente fuera de su ambiente natural y no resiste siempre los malos tratos que recibe, como la poda de descopado, la compactación excesiva del suelo, las podas abusivas, etc. Normalmente un árbol reduce su esperanza de vida a medida que se ubica más al centro de la ciudad, sobre todo. si no recibe un mantenimiento apropiado.


Toda la gente ama  los árboles.
Así debiera ser, pero a mucha gente no le gustan muchas especies o simplemente detestan los árboles, sobre todo en sus propiedades.
Todavía otros ven a los árboles como mero negocio y no les importa su bienestar, a pesar del gran beneficio que le dan al hombre.



La mutilación de la copa  daña al árbol.
El descopado es un atentado contra la dignidad del árbol y un crimen contra la naturaleza (Shigo, 1993), porque destruye su mecanismo de defensa y el árbol sin copa jamás será igual otra vez.
La poda rapaz de la copa del árbol afecta el equilibrio del árbol con la raíz y parte de ella muere después. La respuesta inmediata del árbol es rebrotar profusamente para recuperar el balance perdido y los brotes crecen muy rápido al principio hasta que se llenan de follaje.
La práctica de descopado se realiza para resolver un problema creado desde la plantación, pero genera otro problema peor ya que los rebrotes se convierten en ramas peligrosas por una débil unión con la corona del tallo decapitado, además de que el árbol demandará podas más frecuentes y continuas.



La poda es un gasto innecesario.
La poda es una práctica del manejo vegetal y se hace para formar, sanear y rejuvenecer, promover floración, asegurar las ramas, configurar la copa, facilitar cosechas y como arte y estética del paisaje. La poda de árboles urbanos es una combinación de conocimientos científicos y artísticos. La poda es indispensable sobre todo en los árboles jóvenes desde su etapa de vivero y puede reducirse su costo, cuando los árboles se han ido desarrollando con podas habituales.
Un árbol adulto requiere menos podas, cuando de chico se le aplicaron, lo cual baja el costo de su mantenimiento.

Cubrir los cortes de la poda evita la pudrición.
Por siglos se practicó pintar o empastar los cortes con sustancias impermeables y a veces con pesticidas para proteger las heridas expuestas al ataque de patógenos, insectos y pudriciones.
Actualmente es aceptado que no hay evidencias de tales creencias y se confía en que el árbol está capacitado para aislar la herida y compartimentalizarla para que las pudriciones no invadan el tejido vivo.
A veces la pasta le sirve más de protección al patógeno que de  prevención al árbol. Lo importante es hacer un corte limpio y correcto para que la herida cierre pronto.



Los ganchos para escalar no dañan al árbol.
Los árboles de corteza delgada son severamente dañados especialmente con desgarres de corteza lo cual causa resinación continua, sobre todo en los pinos.
Las perforaciones de los ganchos a través de la corteza favorecen la penetración de insectos, patógenos y pudriciones al tallo o estípite.
Muy usados antiguamente para la limpieza de palmeras.

Un árbol sano no tiene infecciones.
Un árbol puede parecer sano y aun tener muchas infecciones. Las infecciones son separadas por una barrera compartimentalizada que las aísla y controla su contaminación (Shigo, 1993).
Un árbol vigoroso puede tener ramas rotas, raíces muertas, ataques de plagas, pudriciones, etc. y aprende a vivir con ellas por largas temporadas o por el resto de su vida.




Todos los árboles son peligrosos.
Hasta cierto punto, como los seres humanos los árboles jóvenes son frágiles y ocupan menos espacio, pero a medida que crecen sus partes mueren o engruesan y pueden quebrarse por su peso o ligaduras mal conectadas.
Lo mejor es prevenir y plantar el árbol a cierta distancia para minimizar daños con su raíz, ramas o copa.
El riesgo cero no existe.



Los árboles muertos son preferidos por las aves.
Bueno, la falta de follaje facilita el arborizaje de las aves, pero lo mismo ofrece un árbol caducifolio.
Las aves toman el sol en las ramas pelonas y se protegen del sol con el follaje, según sea el caso.
Sin embargo, por si las dudas, al podar ramas muertas hay que dejar una o dos para las aves.

La fortaleza del árbol está en su corazón.
Los árboles no tienen corazón, pero el árbol desarrolla madera joven y madera madura. La primera tiene fibras con paredes delgadas y grandes cavidades que se van llenando de extractivos que le dan mayor rigidez al tronco para ir sosteniendo su ramaje a medida que desarrolla.
La estructura anatómica y fisiológica del árbol es heredable y su vigor lo determina la combinación de genes parentales.

Rellenar las cavidades de un árbol viejo le da más resistencia.
Los huecos dentro del árbol viejo son parte de su fisonomía de la senectud, aunque a veces son provocados.
El rellenar con cemento y tabiques una cavidad no vigoriza su estructura aunque peligrosamente lo rigidiza.
A veces el tapar las cavidades acelera la pudrición y la muerte del árbol.

La cirugía del árbol es lo máximo.
El raspado de cortezas, quemaduras y tejidos muertos dentro de una cavidad es práctico, siempre y cuando no se destruyan las barreras fisiológicas de protección del árbol.
Si el raspado penetra hasta el fondo del tejido vivo el árbol puede morir sin remedio.

Los árboles sanan solos.
Los árboles no pueden sanar una herida, por lo que reponen tejido nuevo en otra parte. Se dice que la poda para elevar la copa estimula el crecimiento, lo que pasa es que el árbol repone más arriba el tejido perdido abajo. Los animales sanan porque regeneran tejido nuevo y cierran sus heridas en el sitio de origen. Un árbol aísla su herida a través de una compartimen-talización; proceso que forma una barrera protectora de células para detener el avance del deterioro. La herida puede estar abierta, pero aislada y no se contamina el tejido vivo (Shigo,1993).

Si está publicado debe ser cierto.
La verdad es transitoria y evoluciona con el conocimiento. No todo lo que está en los libros es correcto y menos lo que está en los diarios. Si no sabemos hay que buscar el consejo de un experto arboricultor, de lo contrario hay que usar el sentido común.
La Arboricultura en las grandes ciudades debe ser  un servicio más que recibe el ciudadano del gobierno de la ciudad, como el suministro de agua y la recolección de la basura, porque las áreas verdes son parte de los derechos del habitante urbano.



La Arboricultura tiene enormes beneficios tangibles e intangibles para la ecología urbana y la comunidad se beneficia de la interacción de todos estos valores.




El árbol es parte de la cultura social y económica del hombre y es vital para la sobrevivencia de miles de especies que crecen asociadas o dependen de ellos.







José Elías Bonells.
Aclaración: Estos son los apuntes, tomados de varias fuentes, que José Elías ha utilizado para preparar su conferencia.


Dado lo extenso de la conferencia hemos creído oportuno dividirla en varias entradas a fin de no hacerla demasiado extensa.


FINAL DEL CAPITULO (III)
Que continuará en otra entrada 
siguiente y ultima


FIN DE ESTA TERCERA ENTRADA

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