Con más de 10.000 ejemplares en la ciudad, es el árbol más predominante de nuestro Jerez. Hablamos del naranjo amargo (citrus x aurantium), árbol perennifolio que se extiende por la mayoría de las calles jerezanas, aportando un tinte especial en aceras, plazas y avenidas, que animan a dedicarle unos versos, que resalten su aportación medioambiental, turística y económica.
Naranjo
amargo, de dulce belleza
Que
engalanas calles y plazas
Cuando el
frío de invierno y otoño
A través de
tus ramas se desplaza
Que asoman
entre hojas que le abrazan
Primero
tonos verdes, luego cambian a naranja
Solitarias o
en racimos se apelmazan
Calle Arcos,
Larga, el Almendral, la Corredera
Rodeando los
muros del Alcázar
De un
extremo a otro de la Avenida
En Bda la
Granja, bajo ventanas y terrazas
Hileras de
copas verdes, redondeadas
Salpicadas
de puntos anaranjados que realzan
Culminando
en primavera con el azahar
Inundando de
perfumes que evocan las romanzas
Los turistas
apuntan con sus cámaras
Buscando el
colorido que los objetivos alcanzan
Adornando el
paisaje de aceras decoradas
Por cítricos
que maduran y al suelo se abalanzan
Hojas
lanceoladas de color verde oscuro y brillante
Que acicalan
su peciolo con alas en danza
Se alborotan
abriendo paso a las olorosas naranjas
Que asoman
sus curiosas cabezas colgadas en balanza
Durante este
periodo estacional
Da gusto
contemplar mientras los pasos avanzan
Este
tornasol que juega con el cielo y los edificios
Mezclando
tonos y olores como vinos de crianzas.
Joaquin Caro
Los turistas
apuntan con sus cámaras
Buscando el
colorido que los objetivos alcanzan
Adornando el
paisaje de aceras decoradas
Por cítricos
que maduran y al suelo se abalanzan
Hojas
lanceoladas de color verde oscuro y brillante
Que acicalan
su peciolo con alas en danza
Se alborotan
abriendo paso a las olorosas naranjas
Que asoman
sus curiosas cabezas colgadas en balanza
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