El pasado 13
de Abril, decidimos hacer una excursión por la zona de Alcalá de los Gazules,
con una doble perspectiva: Garganta de Bogas o el Picacho. Según nos habíamos
informado previamente, el primero era zona privada, y habría que recabar
permiso al dueño. El segundo, si la pretensión era subir al Picacho, también
necesitábamos permiso, pero en este caso de la Delegación de la Junta de
Andalucía.
Así que,
hablamos previamente por teléfono, y quedamos en recoger el permiso.
Finalmente
sólo pudimos ir cuatro personas. Comenzamos a recoger al personal a las
8.30a.m. y nos dirigimos hacia la Delegación Territorial de Desarrollo
Sostenible en Cádiz, en la Ctra. Alcalá-Benalup, junto al Centro de visitantes
el Aljibe, donde nos firmaron el permiso correspondiente para el Picacho,
confirmándonos en dicho centro, que la Garganta de Bogas no era sendero del
Parque Natural.
Tras
desayunar en la Palmosa, nos desplazamos hacia El Picacho para hacer el
recorrido, hasta donde nos permitieran el tiempo y nuestras piernas.
|
El Picacho, Parque Natural de Los Alcornocales |
Cerca de las
11 de la mañana, nos pusimos en marcha.
Tras
documentarnos en los carteles de la entrada, uno con los distintos senderos de
El Picacho y otro con el sendero Garganta de Puerto Oscuro, nos adentramos en
este entorno natural, con el predominio arbóreo de los alcornoques.
Como es
habitual en nuestras excursiones, nuestro objetivo es ir descubriendo nueva
vegetación, e ir recordando otras, que hemos conocido en senderos anteriores.
Así que iremos nombrando la gran mayoría, documentando su nombre técnico a pie
de foto.
Muy
abundantes a ambos lados del sendero, los Phlomis de flores violetas,
conocidos como matagallos, con largos tallos de hojas peludas y rugosas,
cuyas flores dispuestas en verticilos, rodean el tallo como si estuviesen
jugando al corro, en forma de gajos invertidos.
|
Phlomis purpurea, (matagallos) |
|
Phlomis purpurea, (matagallos) |
|
Phlomis purpurea, (matagallos) |
Grandes piedras a nuestro paso, cubiertas de musgo y líquenes, se mezclan con espinosos arbustos de Genistas triacanthos, cuajados de flores amarillas con estandarte triangular, alas y quilla.
|
Genistas triacanthos |
A lo lejos,
asoma el Picacho entre nubes vegetales de quejigos, alcornoques, acebuches,
lentiscos, majuelos o madroños, que irán adornando este sendero,
complementado con el colorido de flores y arbustos primaverales.
Un gran
ejemplar de quejigo al pie del camino, nos obligó a realizar una parada
obligada, contemplando su bonito porte, el tronco cubierto de musgo y líquenes,
y sus ramas desplegadas, forradas de nuevas hojas verdes, como telas de un
traje a medida.
|
quejigo |
|
quejigo |
Tallos y
hojas verdes del Ruscus aculeatus, flores blancas y azuladas de
la olivilla, con sus largos estambres y 5 pétalos con el central más
alargado, formando una larga lengua.
|
Ruscus aculeatus (rusco) |
|
Teucrium fruticans (olivilla) |
Nuestro avance entre la arboleda, se veía
sorprendido por las formas que toman algunos árboles, con figuras de
equilibristas y paisajes tenebrosos que componen sus ramas, cuando el sol se
oculta. Las grandes piedras, con el blanco adosado de los líquenes, el verde
sotobosque y el variado colorido de las flores, nos llevaron a cubrir el primer
tramo fijado en el recorrido: La Laguna del Picacho.
|
Laguna del Picacho |
Afortunadamente, aunque no
en abundancia, estaba cubierta de agua, y se oía perfectamente el permanente
concierto que mantenían las diferentes especies de anfibios, que habitan en
este pequeño hábitat. Las distintas plantas acuáticas que viven en este
espacio, que emergen entre las aguas, ofrecen un bonito y variado paisaje
fotográfico, con el efecto de los rayos solares y la vegetación que la rodea,
como grupos variados de cistus, cantuesos y orobanches, donde se mezclan
las flores blancas de base amarilla de la jara negra, con el morado de
las lavándulas y el ocre de la Orobanche austrohispanica.
|
Cistus salvifolius (jaras) en primer termino (blancas), lavandula stoechas (cantueso) en el fondo |
|
Lavandula stoechas (cantueso) |
|
Orobanche austrohispanica |
El vallado
de madera que rodea la Laguna, está deteriorado en algunas zonas, y
junto a los redondeados postes, se acoplan mucha cantidad de plantas y
arbustos, destacando las flores amarillas del Lotus corniculatus,
las pegajosas altabacas (Dittrichia viscosa), las bonitas
flores en corimbos de los majuelos, con los cinco pétalos blancos y las
anteras de los estambres de color rosado. Resaltan entre los lotus, el azul intenso de la pelosa lengua
de perro (Lithodora prostrata), dispersas en menor cantidad
que otras especies.
|
Crataegus monogyna (majuelos) |
|
Crataegus monogyna (majuelos) |
|
Lithodora prostrata subsp. lusitanica
|
|
Lithodora prostrata subsp. lusitanica y Lotus corniculatus |
Tras sacar
variadas fotografías desde distintas posiciones, siendo observados por la alta
cima del Picacho y de la atenta mirada de una vaca retinta que se aproximó a la
valla, continuamos el sendero en ascenso, para ir aproximándonos a nuestro
inalcanzable objetivo de este día, pues dado lo avanzado de la hora y nuestra
inagotable curiosidad por la vegetación, veíamos prácticamente imposible
acercarnos tan solo al mirador. Saludamos a un grupo de senderistas, que sí
venían equipados y dispuestos para tal menester.
Aparte de la
habitual masa de alcornoques, lentiscos y algunos algarrobos, los
phlomis no se hacían de rogar y cubrían gran parte del terreno, haciendo
más atractivo nuestro caminar, con el color púrpura de sus flores. Algunas
variedades aisladas, remarcaban la vegetación, resaltando el amarillo de los
ranunculus, que parecen pétalos plastificados; las flores acampanadas del Allium
triquetum, de pétalos blancos y el nervio medio de color verde; la
conocida leche de ave, de seis pétalos lanceolados blancos y los tonos
violetas y blancos de la fumaria.
|
Quercus suber (alcornoque) |
|
Ceratonia siliqua (algarrobo) |
|
Pistacia lentiscus (lentiscos) |
|
Phlomis purpurea (matagallo) |
|
Ranunculus macrophillo (clavelitos de sierra) |
|
Allium triquetum (ajetes rizados) |
|
Ornithogalum orthophyllum (leche de ave) |
|
Fumaria |
Los Umbilicus
rupestris crecían sobre las grandes rocas cubiertas de musgo, rodeadas de lentiscos,
jaras y olivillas, con alguna bellorita abriéndose paso entre los
arbustos.
|
Umbilicus rupestris (ombligo de Venus) |
|
Pistacia lentiscus (lentiscos) |
|
Teucrium fruticans (olivilla) |
|
Bellis sylvestris (bellorita) |
|
Cistus (jara) |
Nuestro compañero aficionado a la geología, nos señaló un trozo de
piedra anaranjada, identificándola como Arenisca del aljibe, que
como su nombre indica, es un tipo de arenisca (roca sedimentaria propia de la
zona), que geológicamente hablando, forma una unidad propia bastante amplia.
Nuestro
lento caminar, nos llevó hasta una gran roca en forma de desfiladero, tras la
cual había uno de los antiguos hornos de pan, hechos de piedra.
Seguimos el
ascenso, y la vegetación se iba repitiendo, con bonitas manchas amarillas de
las genistas. Los espinosos arbustos de aulaga andaluza, con
brotes de flores a punto de abrirse, no podían faltar en estos alcornocales,
engalanados con cistus, cantuesos, lotus y genistas.
|
Lavandulas stoecha (cantuesos) |
|
Ulex baeticus subsp. scaber (aulaga andaluza) |
|
Cistus crispus (jara) |
|
Cistus salvifolius (jara) |
Media hora
más tarde, tras pasar entre una serie de grandes piedras, casi blancas, en uno
de los puntos altos del recorrido, bajamos hasta el puente de madera que cruza
el Arroyo de la Garganta de la Cierva, admirando el discurrir de su
cauce, junto con la variada vegetación que emana entre las piedras,
obstaculizando el pausado deslizamiento de las aguas, en este estrecho espacio.
Desde la barandilla del puente, podemos contemplar madroños, adelfas, alisos,
las trepadoras Smilax aspera, majuelos, así como
diversas plantas y arbustos.
|
Arbutus unedo (madroño) |
|
Smilax aspera (zarzaparrilla) |
|
Alnus glutinosa (aliso común) |
|
Nerium oleander (adelfas) |
Anduvimos
hacia el Picacho otra media hora, encontrando algunos ejemplares de lupinos,
con sus flores alternas en forma de racimo, de color azul y blanco. Las blancas
flores de la jara negra, se mezclan entre los cantuesos, y el
Picacho asoma entre las ramitas de los lentiscos, cuajados de alevines
drupas rojas, bajo las cuales brillan las peludas vainas de la Calicotome
villosa, aún sin flores, y arbustos de olivillas de flor blanca.
|
Lupinus micranthus (lupinos) |
|
Pistacia lentiscus (lentiscos) |
|
Calicotome villosa |
El camino, con gran cantidad de piedras en los repechos, se iba haciendo
pesado, y cuando llegamos a un tramo culminado por una gran piedra, optamos por
volver, pues aún nos quedaba hacer el sendero circular de Puerto Oscuro. Así
que sobre las 13:30 nos hicimos una foto grupal con el Picacho de fondo, antes
de emprender el camino de regreso, prometiendo regresar en otra ocasión para
intentar el ascenso, o acercarnos lo máximo posible.
|
Lotus corniculatus |
Destacamos
nuevamente la belleza floral de la zona, abundando en un conjunto de Ornithogalum
orthophyllum, que al contemplarlos de cerca, vemos como entre los 6
pétalos, se sitúan seis estambres filamentosos aplanados en su base, con forma
triangular, de color blanco con las anteras amarillas, distintos a los que
estamos acostumbrados a ver. Enfatizan el paisaje los tonos rosados de
ramilletes de la Fedia cornucopiae, así como las inflorescencias
en capítulos amarillos de la Crepis capillaris.
|
Ornithogalum orthophylum (leche de ave, estrella de Belén) |
|
Fedia cornucopiae (sangre de doncella) |
|
Crepis capillaris (cerraya de cardo) |
Cerca de las
dos de la tarde, alcanzamos los postes de señalización, e iniciamos el sendero
circular de la Garganta de Puerto Oscuro. En unos minutos, oímos el
chapoteo de las aguas del Arroyo con el mismo nombre del sendero, al que
abordamos en diferentes tramos, contemplando el combinado vegetal, piedra y
agua, que te traslada a un mundo distinto, lejos de la civilización, del
tráfico y la contaminación, donde solo se oye el canto de los pájaros y los
saltos de agua abriéndose paso entre las piedras. Una zona de relajación total,
que compartimos un grupo de amigos amantes de la naturaleza.
Dos reseñas
fotográficas en este sendero, no vistas en el anterior, como el Ruscus
aculeatus, pero con sus destacadas bayas rojas, y una planta, aún sin
flores, de la Oenanthe pimpinelloides, localizada junto a
las piedras del cauce del arroyo.
|
Ruscus aculeatus |
|
Oenanthe pimpinelloides |
Tras las entradas y salidas de la zona
de agua, en unos veinte minutos llegamos nuevamente al otro extremo de la
Laguna, de donde ya se había ido el curioso bóvido que encontramos en la ida.
Hicimos varias tomas de la Laguna desde ese punto, y nos fuimos hacia la zona
de aparcamiento, para coger las mochilas y buscar una mesa entre los
alcornoques, para dar buena cuenta del almuerzo.
Durante el
breve reposo de la comida, mientras charlamos un rato, los pájaros mantenían su
propio diálogo, que fue interrumpido por la imitación de uno de nuestros
compañeros, lo cual provocó el interés de una de las aves, que se trasladó a un
árbol próximo para hablar de cerca con el intruso.
Después de
este "diálogo cantor", estilo Gomera, pero sin reconocimiento del tema
de conversación, recogimos las pertenencias y la basura, y pusimos rumbo hacia
la Garganta de Bogas, para echar un vistazo al terreno, y hacer el
sendero hasta donde pudiésemos llegar.
Aparcamos a
las puertas del Cortijo Cortés Alta, y fuimos por el interior de la cañada,
entre alambradas a ambos lados, donde había algunos acebuches y también majuelos.
A la izquierda, vimos pastando algunos toros bravos entre las encinas, pero por
el tamaño podían ser erales, que pronto desaparecieron de nuestra vista,
azuzados por el sonido de una camioneta y las voces del conductor.
Mientras no
encontramos obstáculos por el camino, seguíamos avanzando hacia la Garganta,
que veíamos al frente sin abandonar la cañada. Encontramos algunas plantas
llamativas a ambos lados, como el Gynandridis sisyrinchium (lirio
azul), o la Salvia verbenaca (balsamilla). Aquí sí había
bastante cantidad de Fedia cornucopiae, dando un tono rosado a
uno de los laterales.
|
Gynandridis sisyrinchium (lirio azul) |
|
Fedia cornucopiae (sangre de doncella) |
|
Salvia verbenaca (balsamilla) |
Pasamos junto a un pozo, casi lleno de agua, junto al que
había un largo pilón, compuesto de varios abrevaderos para el ganado. Unas
decenas de metros más adelante, llegó el final de nuestra aventura, pues nos
topamos con una cancela cerrada con un cartel anunciando Peligro por ganado
bravo. Así que, este sendero no es practicable, al ser propiedad privada y
estar en el interior de una dehesa de toros bravos.
Volvimos
nuestros pasos, y regresamos al punto de partida, sin dejar de fijarnos en otra
serie de plantas, habituales en estos terrenos, como la umbela de flores
blancas de la Daucus carota (zanahoria silvestre), o el
azulado del Cynoglossum creticum junto a los Carduus
bourgeanus (cardo borriquero) con los crespones rosados de flores
tubulares. Volvimos a ver algunos Ranunculus entre las
florecillas blancas de la Oenanthe achenalii, que de forma
aislada reconocimos a un lado del camino.
|
Daucus carota (zanahoria silvestre) |
|
Ranunculus |
|
Cynoglossum creticum (lengua de perro) |
|
Carduus bourgeanus (cardo borriquero) |
|
Oenanthe achenalii |
El último
trecho lo hicimos acompañados de un chivito, que buscaba a su madre, pero sus
balidos no fueron correspondidos, quedando el pobre animal por allí a la espera
de que acudiesen a buscarlo.
Llegamos a
la puerta del cortijo, donde había varios caballos castaños con sus crías, que
nos sirvieron como colofón al reportaje.
Magnífica
jornada y extraordinario el paisaje, de un gran día de excursión y disfrute de
la naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario